6 CLAVES PARA HUIR DEL PHUBBING
¿Quién
no ha quedado y se ha sentido ignorada porque los amigos no dejan de mirar el
móvil?
Aquí tienes las claves para controlar esta práctica tan descortés.
¿Quién no ha quedado y se ha
sentido ignorada porque los amigos no dejan de mirar el móvil?
Aquí tienes las
claves para controlar esta práctica tan descortés.
1.
Disfruta el momento
Cada
vez es más normal ver gente sentada a una mesa, en silencio y que concentra sus
energías delante
de una pantalla. ¿La consecuencia? “La atención se
divide entre las personas físicas con las que
estamos, el mundo virtual, las
obligaciones ineludibles...”, explica Jose A. Molina,
psicoterapeuta
y autor del libro SOS...Tengo una adicción (Editorial
Pirámide).
¿Cómo poner el foco en la era de
las distracciones?
“Vive lo que estás haciendo sin interrupciones y disfrútalo.
Por ejemplo, si estás de
cena, apaga el teléfono y concéntrate en la
experiencia (presta atención, primero a la gente con
la que estás, y luego, a
la decoración del local, a las luces, al sabor de los platos...)”.
2.
No imites a otros
Cuando
haces phubbing a alguien esa persona tiende a hacértelo a ti. Es una conducta
imitativa.
Miro mi móvil y el otro, por no ser menos, agarra
el suyo para llenar ese hueco o por hacer algo
mientras... “Es un acto reflejo
similar al que se produce cuando con el coche esquivas un bache y
los que van
detrás hacen lo mismo”, aclara el experto. El problema es que esta conducta
acaba
reduciendo los vínculos sociales y además se traslada a los hijos. “Ellos
aprenden por la
observación de lo que ocurre y, si ven a sus progenitores hacer
phubbing, también
tenderán a hacerlo”.
3.
Descansa del móvil
Haz
un uso saludable de él. Toma conciencia del tiempo que le dedicas durante el
día y hazte algunas preguntas: ¿cuántas veces lo consultas?, ¿de
verdad era necesario?, ¿sientes pánico al olvidarlo en
casa?
“Si has desarrollado un comportamiento compulsivo, pon en marcha
estrategias que generen autocontrol
(limita las horas de uso, emplea otros
medios de comunicación como el correo electrónico, da
prioridad a las personas
con las que estás hablando físicamente...)”.
4.
Respeta el cara a cara
El smartphone se
ha convertido en una herramienta básica, pero no lo podemos tener como la
única
vía de comunicación. “Aunque es cierto que el trato a distancia nos hace
sentirnos más libres y desinhibidos, si haces phubbing a todas horas cada vez
te será más difícil establecer relaciones
de tú a tú. Además, pierdes
habilidades sociales y tendrás dificultades para interactuar, quedar
con la
gente...”.
5.
Date permiso para ‘no estar’
El
miedo a perderse un evento, a no saber qué se cuece en el wasap hace que estés
permanentemente conectada y hará que caigas en el phubbing. “Ponte autolímites
y haz que las redes sociales sean un complemento, una ayuda a tu vida social y
no al contrario”.
6.
Invita a desconectar
Si
en cualquier reunión el protagonista es el móvil y no la compañía
humana, hay un problema.
“No solo es una falta de consideración hacia las
personas que tienes enfrente. A la larga afecta a
las relaciones sociales,
familiares y de pareja”. ¿Cómo parar esa utilización
enfermiza? “Sostén la
mirada al tecnoadicto, recuérdale que habéis quedado para
estar juntos o dile que el móvil es
un instrumento muy útil, pero que no es el
momento”.
¿Cómo poner el foco en la era de las distracciones?
“Vive lo que estás haciendo sin interrupciones y disfrútalo. Por ejemplo, si estás de
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